Miedo a la opinión

Caricatura de Chócolo censurada

Con cartulinas y cinta pegante  se tapó el texto de la caricatura (en gran formato) para que los asistentes no leyeran  el mensaje, alusivo a los ‘falsos positivos’.

Sorpresa, decepción o inconformidad han sido algunas de las expresiones de los curadores y participantes del Salón Regional de Armenia (organizado por el Ministerio de Cultura), cuando se encontraron con la obra Falso positivo, del caricaturista Chócolo, tapada con cartulinas y cinta pegante.

¿Censurada? La caricatura mural, que alude con humor crítico un hecho que ha acongojado e indignado al país, el de los falsos positivos del Ejército, fue censurada durante dos horas en las que se prestó el espacio de la antigua estación del tren de Armenia (donde se aloja el Salón Regional del Eje Cafetero) para un evento del Ministerio de Comunicaciones.

Sin embargo, de entrada el curador de la muestra, Fernando Arias, tomó distancia de lo sucedido: “Autorizamos realizar ese evento dentro del Salón, porque permitiría mayor afluencia de público, pero jamás dimos vía libre para que manipularan las obras y menos para que las censuraran”.

El Salón, que se realiza por primera vez en Armenia, parte de un concepto curatorial que desarrollan los artistas de la zona. MicroMacro, la curaduría de Fernando Arias y Jonathan Colin, es una apuesta que puso a hablar a artistas (en un sentido amplio, pues se invitaron caricaturistas, comunicadores, entre otros) de la realidad económica, social y política, partiendo de los aspectos microscópicos de la vida.

“Invitamos a los participantes a hacer un taller con un bacteriólogo para conocer aspectos de la microbiología y desde ahí hacer una reflexión sobre los aspectos macro de la vida”, explica Arias. En este contexto nació una muestra que comprende obras muy cercanas a lo biológico y otras “menos literales y más macro”.

En el segundo grupo quedó incluida la caricatura de Chócolo (Harold Trujillo Torres) que juega con el episodio de los falsos positivos del Ejército y la actividad de los laboratorios bacteriológicos de clasificar el tipo de sangre.

Por su contenido político, fue precisamente este mural el que despertó la suspicacia de los organizadores del evento, que se realizó en el mismo espacio el pasado 22 de octubre para el Ministerio de Comunicaciones. Ese día, en la inauguración de “Conectando sentidos” —encuentro que busca apoyar a la población con discapacidad sordomuda, llevando equipos tecnológicos y procesos de formación—, los asistentes encontraron —no sin cierta sorpresa— que una de las obras se encontraba parcialmente tapada (ver foto de portada).

Para el equipo que maneja las obras y hace la producción del Salón Regional, fue una sorpresa encontrar cubierto con cartulinas y cinta los textos del mural, puesto que, según explicaron a El Espectador, sólo habían autorizado, en caso de ser necesario, cubrir el fondo de la tarima y sólo el personal que mueve las obras. Arias expresó “que aunque el Salón ha sido una gran cosa para la ciudad de Armenia, este gesto fue un acto de censura y una falta de respeto con el artista y con el Salón”.

En igual sentido se expresó el caricaturista de El Espectador Chócolo, cuyos trazos, muchas veces irónicos y críticos de hechos políticos, han aparecido en los principales diarios del país: “Para mí ha sido motivo de orgullo estar invitado al Salón Regional y ver cómo la caricatura es considerada arte. Pero me tiene muy decepcionado que alguien irrespete mi trabajo de esa manera”, explicó a El Espectador.

¿Quién tapó el cuadro?

Corpocultura, entidad que autorizó y propuso el espacio para realizar el evento del Ministerio de Comunicaciones, negó que ellos lo hubieran hecho: “No hubo censura, puesto que la obra ha estado exhibida ahí desde la apertura del Salón y aun ahora. No di la orden de tapar el mural y no lo hizo nadie de mi equipo”, afirmó el director Manuel Sabogal.

En realidad, la decisión vino de la empresa que contrata el Ministerio de Comunicaciones para organizar la logística del evento. Como lo reconocieron Andrés Beltrán e Íngrid Moreno, “fue decisión nuestra, como organizadores de evento, pues no queríamos que hubiera contenidos políticos en el espacio”. Ellos afirman que fueron autorizados por el encargado del Salón, John Fredy Quinceno, quien a su vez negó haber dado esa autorización.

Lo cierto es que una obra de arte en un recinto dispuesto para el arte no puede ser “censurada”. Por incómoda o políticamente incorrecta que parezca, es una manera de expresarse, protestar o afirmar algo. En pocas palabras, así lo define Vicente Todolí, director de la Tate Modern de Londres: “Un Salón es como un jardín botánico del arte y tiene un discurso, guste o no, que refleja lo que una comunidad tiene para decir”.

Sara Araujo
publicado por El Espectador
http://www.elespectador.com/impreso/temadeldia/articuloimpreso169056-miedo-opinion


13 comentarios on “Miedo a la opinión”

  1. Maria Posse dice:

    La Ministra de Comunicaciones censura una obra de arte como signo mismo y símbolo de toda una maquinaria totalitarista, inquisidora, hipócrita, falsa. Ah, pero ahora saldrá el oportunista antigobiernista que quiere sacar provecho de la noticia y quedará como un «salvador» de la libertad de opinión-.

  2. Lucas Ospina dice:

    Texto de Olga Lucía Lozano en la Silla Vacía >

    ¿Ministerio de Censura?

    No es un tema de la Silla Vacía, tan centrado en asuntos ciberespaciales. Sin embargo lo ocurrido en Armenia con una caricatura de Chócolo y reseñado por el diario El Espectador, nos deja perplejos a aquellos que creemos que los distintos caminos del arte, la diversidad de opiniones y la risa son los elementos que nutren la riqueza cultural y la vida cotidiana de un país.

    El cubrir la obra “Falso Positivo” con cartulinas en el Salón Regional de Artistas de Armenia, organizado por el Ministerio de Cultura, para que María del Rosario Guerra (Ministra de Comunicaciones) no la viera durante su visita, no solo habla mal de los organizadores del evento sino de la extraña postura de este Gobierno ante la crítica, el humor que con ironía refleja los pasajes más difíciles del presente nacional, o al tratamiento de temáticas que al Estado no le parecen adecuados.

    Hace mucho, creo yo, en este país no se censuraban obras artísticas. Ni se investigaba a funcionarios del Ministerio de Cultura por ser quienes supervisan el apoyo dado a un evento en el que al final una artista decide en su obra emplear cocaína (más allá de que sea un debate legal y la artista deba responder ante la justicia por lo ocurrido). A fin de cuentas, el Estado, como lo dijo en principio una fuente del Ministerio, a diversos medios, sobre lo ocurrido con Tania Bruguera en la Universidad Nacional, sabe que su misión es impulsar el desarrollo de las diversas áreas artísticas y apoyar aquellos espacios en donde los colombianos pueden eventualmente confrontar diversas propuestas de carácter cultural.

    Y al ser, en este caso, un evento de otras entidades reconocidas, confía en su criterio y sabe que su misión no es inmiscuirse en el contenido de las obras, ni pedir por anticipado un listado de los artistas y sus trabajos para ver si se ajustan a los criterios de corrección del Gobierno. Si ahora cada vez que un trabajo artístico no le gusta al Estado o genera polémica o habla mal de un funcionario, se decide investigar a alguien o tapar la obra para que no sea vista por otro funcionario, pues…

    Cuando el Estado empieza a entrometerse en el contenido del trabajo artístico y a decidir qué es correcto y qué no o qué debe ser visto y qué debe ser ocultado, se está muy cerca de convertirse en ente censor y no cultural. No sé señora Ministra, tan ausente en otros temas fundamentales, si ese será el papel del Ministerio de Cultura. Pero es curioso que en unos pocos meses sucedan hechos como estos en eventos o acciones que tienen que ver con su cartera. ¿Ahora hay moción de censura para los distintos?

    Olga Lucía Lozano
    http://www.lasillavacia.com/elblogueo/o-lucia-lozano/5020/ministerio-de-censura

  3. Ivan Cifuentes dice:

    Preocupante que esto pase en un salón de Arte y en cualquier asunto de la vida publica de un país, pero también preocupante todos los signos que se inscriben sobre esta censura.

    Cartulina, un recubrimiento parcial, ¿cual era la idea de quien tapo esta imagen?, ¿se les acabo la cartulina?,¿por que tapar caras, textos y dejar la firma en lugar de tapar todo?, ¿que piensa la ministra?, o ¿que pensó cuando paso frente a esta imagen que estaba dejando de serlo?.

    Muchos signos, tal vez solo de una censura escueta, descuidada pero cínica al fin y al cabo; ademas de necia al desconocer que lo que se censura adquiere mas importancia por ser solo una muestra del miedo hacia el objeto censurado.

  4. de mente dice:

    2 caricaturas en 1 !!

  5. Antonia Santos dice:

    Es demasiado claro el porque se censura. A fin de Cuentas, La Ministra es la esposa del Presidente de FEDEPALMA. Quien quiere recordarle a una digna miembro del Opus Dei, lo que esta abonando sus cultivos?
    Despes de esto que mas nos espera? Para donde vamos? El arte siempre es victima en los regimenes totalitarios.

  6. Juan Bernadó dice:

    Más allá del debate sobre la censura, invito a ver la importancia del evento de tapar, desde antiguo ha sido un gesto de desagravio para los ojos castos que se escandalizan al ver lo prohibido. Son muchos los ejemplos en la historia del arte sacro.
    Y creo que dentro de esta tradición cabría anotar que en el siglo XX, en 1953, Rauschenberg borro como gesto artístico un dibujo de Willem de Kooning. Dándole al evento de tapar, de borrar una connotación critica que lejos de escandalizar los pudores conservadores logro imponerse como actitud válida artísticamente.
    Porque no leer este evento absurdo como una reinvención de lo ocurrido a lo largo de la historia, darle valor como gesto sustentable, que debe ser explicado y mejor entendido, vean que tenemos en nuestras manos al autor material, muy seguramente un joven bachiller en ejercicio de su servicio militar, y al autor intelectual posiblemente un funcionario gris, mediocre, sin criterio. … Si propongo un premio para el autor de la censura a la obra del señor Chócolo, no me cabe duda, tenemos la oportunidad de escuchar la sustentación de los autores materiales e intelectuales.
    Sabremos al fin por que se tapo solo las cabezas y los textos, entenderemos sus razones, podremos sacar conclusiones concretas del porque. Además de lo divertido que será ver la obra, que según mi forma de entender es un performance. Un joven corriendo afanado hasta la tienda, luego trayendo las cartulinas pegándolas, al fin volver a quitarlas… No sé a mi me gustaría saber que pensó el encargado de tapar con hojas de mirto los sexos de Adán y Eva de Durero. =)

  7. luis Fernando Sepúlveda Valencia dice:

    Recuerdan El Nombre de la Rosa?…. Y no se si es casualidad, pero la cara de esta ministra se parece a la del abad aquel que desencadenó el asesinato y el incendio con tal de perseguir la risa!

  8. jorge peñuela dice:

    CENSURAS INVISIBLES

    Durante dos horas, ayer 29 de octubre, Antoni Muntadas habló ampliamente sobre su obra en la Biblioteca Luis Ángel Arango. Su interés son los filtros sociales, políticos, estéticos y técnicos mediante los cuales se traduce la información. A propósito de la multitudinaria marcha de estudiantes y maestros de las universidades públicas por las calles de Bogotá realizada el 28 de octubre en busca de la solidaridad de los bogotanos y las bogotanas para la educación pública, le pregunté qué opinaba sobre aquellos acontecimientos que ni siquiera eran traducidos por los grandes medios, como la mencionaba marcha. «Pues –nos dijo– es censura». Las censuras estéticas recientes son menores si las comparamos con las «censuras invisibles» que operan en nuestro país. Son muchos los artistas que muestran día tras día sus trabajos en la ciudad y nadie habla de ellos. Pues bien, ahí también existe censura.

    Ya al margen. Los maestros y estudiantes de las universidades privadas faltaron en la marcha del miércoles pasado. Hacen falta. No creo que su silencio frente a esta problemática sea una censura, pero es hora de que la universidad privada y la pública encuentren lazos de solidaridad mutua. A nosotros nos preocupa el alto costo de la educación privada.

    Chócolo, sé que lees Esfera Pública, ¿por qué no nos envias un dibujo sobre las «censuras invisibles»?

  9. Elkin Sea dice:

    ¿Qué pensaran las personas que fueron a ver la exposición? Hablo de los que no son artistas, ni críticos o teóricos, aunque intenten demostrar lo contrario apareciendo en esfera pública. =P

    Hablando ya con seriedad, la censura en la sociedad implanta desolación, especialmente en una cultura incipiente y desarraigada como la colombiana. Este preciso acto de censura expone el trato condescendiente que recibe el pueblo Colombiano de parte del monopolio mediático, lo que crea consumidores pasivos. Y lo peor es que nada de lo que pasa en este país tiene resonancia en el orbe global, exceptuando las veces que extranjeros son secuestrados. Lo que se ve aquí es un desface cultural gravísimo. Este tipo de cosas ni siquiera debería pasar, pienso. Todo es ridículo, y aún así me siento compelido a opinar.

    (-_-)

    ¡internet para todos! exclama este consumidor pasivo.

  10. Gloria Posada dice:

    Bien importantes y contundentes las declaraciones del curador del Salón Regional del Eje Cafetero Fernando Arias.

    En un país donde tanta gente se queja cotidianamente de abusos, maltratos y censuras pero al mismo tiempo no asumen posiciones criticas públicas, que un curador señale estas problemáticas indica su compromiso con el Salón Regional y con los artistas, mas allá de lo «políticamente correcto» frente a las instituciones.

    Que Fernando Arias por su «tranquilidad personal», su comodidad y su «carrera profesional» no guarde silencio y apoye a un artista censurado, es algo admirable que muy pocas veces sucede en nuestro medio pues quienes asumen posiciones criticas sin concesiones facilistas, son muchas veces vetados y marginados. ¿Pero, entonces, el medio artístico debe seguir legitimando con su silencio posturas omnipotentes de funcionarios y de instituciones a quienes finalmente no les interesan ni los artistas ni la comunidad y lo único que les importa es dar una imagen de eficiencia cuyo verdadero trasfondo es el irrespeto y la falta de compromiso?

    Muchas cosas que han sucedido en diferentes años con los Salones Regionales del país, con los funcionarios y las instituciones encargadas de su coordinación y producción aún no se han difundido. Sólo quien carga la cruz conoce su peso.

  11. Yury Hernando Forero dice:

    No todas las cartulinas son blancas, ahora el nuevo canal ntn24 que es el mismo viejo rcn con las mismas artimañas manipuladoras pero con todo el tiempo del día a día, está impulsando la presencia de su nuevo presentador Jaime Bayly quien en la propaganda promocional dice que no va a matar a Chávez pero porque no tiene tiempo, sutil y frontal forma de manipular y condicionar a una guerra social, económica y de intereses, no solo del estado a quien sirve sino de los dueños del régimen quienes patrocinan, llevando a formar una opinión ciega a los colombianos y demás televidentes de este canal, pero esa pugna entre dirigentes hegemónicos y sus maquinarias mediáticas o militares, no son de la ciudadanía, sino de estos personajes, una cosa es tapar, que al final visibiliza aun mas y otra distinta pero parecida es poner en la gente opiniones y pensamientos ajenos a la propia concepción y criterio. No hace falta ser partidario de uno u otro de los dirigentes ansiosos de la perpetuidad, a un lado y otro de la frontera a la gente nos da lo mismo sus desenfados, esas ganas de eliminar al otro no es cuestión de nacionales ni patriotas, que peligro y que vergüenza esas censuras de acallar como el caso Chocolo y o llenar la boca o la cabeza con posiciones ajenas como en el caso del arrodillado Bayly, pero en el fondo estas estrategias también recuerdan a ciertas prácticas curatoriales, cada circuito con su cartulina.

  12. Desinformado dice:

    Siempre me he preguntado quien tacha tan puntualmente la palabra «Uribe» en los grafitis urbanos en un intento de hacerla ilegible (fallidamente, porque sigue siendo reconocible).

    Aún no me he enterado que este sutil acto de censura haya sido cuestionado públicamente a pesar de llevar años, pero es un posible indicador de dos cosas: la censura local ha llegado a ser una máquina tan eficiente que cada integrante del sistema asume y ejecuta el rol de veedor propio de su contexto; y, del otro lado, lo censurado tiende a verse sólo en indicadores no cotidianos… tan efectiva es la censura que la mayor parte del tiempo no nos enteramos de ella.

  13. Alberto Borja dice:

    Recordaba uno de los promocionales de el canal film and arts en donde se tapaba el guernica con una tela totalmente mientras Collin Powel el secretario de estado se dirigia en una rueda de prensa a las naciones Unidas a proposito de la invasión a Iraq, guardando las proporciones. Solo queda señalar, decir, alertar, nada mas se puede hacer pero nada menos tampoco. Pero estoy seguro que mas de una persona actuo buscando complacencias superiores y que no es un comportamiento aislado. Me parece mas pertinente preguntar porque compulsivamente nos comportamos asi? este campo tampoco puede aislarse del resto de la sociedad.


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